Hoy te quiero contar una historia real (aunque con nombre cambiados por confidencialidad) sobre la utilidad que surge c𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐥 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨 𝐲 𝐞𝐥 𝐚𝐮𝐭𝐨-𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐬𝐞 𝐜𝐨𝐦𝐛𝐢𝐧𝐚𝐧 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐝𝐚𝐫 𝐮𝐧𝐚 𝐬𝐨𝐥𝐮𝐜𝐢ó𝐧
Juan estaba en medio de la sesión de coaching contándome que se sentía realmente desmotivado. La situación actual de la empresa y los resultados que no llegaban, la presión que recibía de sus jefes y clientes, la evolución menos favorable de los proyectos, los cambios dentro del equipo y de su propio jefe, ponían los condimentos adecuados para que su motivación cayera en picada…
No encontraba la manera de sentirse mejor y aunque había intentado algunas recetas que sus allegados le recomendaban, no conseguía cambiar la sensación de desánimo.
Como coaches, muchos lo sabréis de profesión, nunca apelamos al pasado de nuestro cliente, excepto cuando creemos que hacerlo puede ayudar a nuestro cliente a encontrar herramientas que le funcionaron y podría volver a utilizar.
Juan llevaba más de 20 años en la empresa y dedicándose en varios países a proyectos con dificultades. Por sus competencias profesionales siempre le asignan proyectos complejos … y se me ocurrió comentarle:
“𝐽𝑢𝑎𝑛 𝑖𝑚𝑎𝑔𝑖𝑛𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑛𝑜 𝑒𝑠 𝑙𝑎 𝑝𝑟𝑖𝑚𝑒𝑟𝑎 𝑣𝑒𝑧 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑒 𝑒𝑛𝑓𝑟𝑒𝑛𝑡𝑎𝑠 𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑒 𝑡𝑖𝑝𝑜 𝑑𝑒 𝑠𝑖𝑡𝑢𝑎𝑐𝑖ó𝑛 ¿𝑣𝑒𝑟𝑑𝑎𝑑? … ¿𝑸𝒖é 𝒉𝒂𝒔 𝒉𝒆𝒄𝒉𝒐 𝒆𝒏 𝒐𝒕𝒓𝒐𝒔 𝒎𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒐𝒔 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒓𝒆𝒄𝒖𝒑𝒆𝒓𝒂𝒓 𝒍𝒂 𝒂𝒍𝒆𝒈𝒓í𝒂 𝒚 𝒍𝒂 𝒎𝒐𝒕𝒊𝒗𝒂𝒄𝒊ó𝒏 𝒒𝒖𝒆 𝒂𝒉𝒐𝒓𝒂 𝒄𝒓𝒆𝒆𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒅𝒊𝒅𝒂𝒔?””
Y sólo con la pregunta, Juan comenzó a sonreír, recordó situaciones incluso más complejas que la actual, y recordó la herramienta que utilizaba para motivarse: una planilla de avance del proyecto con los logros obtenidos.
Su cara, su postura corporal, su voz, comenzaron a cobrar vida nuevamente. Se incorporó en la mesa y empezó a planificar cómo la haría en esta oportunidad, cómo la compartiría con el equipo para motivarles (que ya bastante presión y reproches reciben al día). ¡Estaba entusiasmado nuevamente!
Esto es lo que más amo del coaching, cuando mi cliente encuentra 𝐒𝐔 𝐒𝐎𝐋𝐔𝐂𝐈Ó𝐍, la que es perfecta y propia, la que le sirve y le pone las pilas al 200% para conseguirlo.
No olvidemos colegas Coaches que sólo somos ese canal, sólo unos meros facilitadores para que cada uno de nuestros clientes encuentre dentro las herramientas y recursos para resolver lo que sea que esté viviendo.
No fue mi solución, ni todas las teorías o herramientas motivacionales que podría haberle dado, fue reconocer qué le funcionó antes y rescatarlo. ¡Bendito pasado!
¿𝐐𝐮é 𝐜𝐨𝐬𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨 𝐚 𝐭𝐢 𝐭𝐞 𝐟𝐮𝐧𝐜𝐢𝐨𝐧𝐚 𝐭𝐨𝐝𝐚𝐯í𝐚?
Un abrazo desde el corazón con mucho pasado como aprendizaje
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