¡No abandones!

La creatividad en estado puro ...

¿Quién no quiso abandonar un proyecto antes de que viese la luz alguna vez? ¿Cuántas veces has pensado que no eres creativo y ni puedes serlo? ¿Cuántas veces no te creías capaz de hacerlo y te has venido abajo incluso antes de intentarlo del todo?En este artículo te cuento una experiencia de mis procesos de creación en estado puro y comparto algunos tips que a mí me ayudan a no abandonar en el intento.

¿Me acompañas?

“La creatividad es la fuente de inspiración que necesitamos para cambiar las cosas”

Un proceso creativo del que estás viendo el resultado

Los procesos creativos son maravillosos cuando puedes ver el resultado final, pero en el camino podemos tener un traspié.

Crear algo nuevo no es fácil. Yo soy de las personas que se me ocurren muchas ideas, pero mi cuesta arriba viene cuando las empiezo a poner en marcha... Para otros la subida empieza cuando tienen que crear de cero, para otros cuando tienen exponer lo creado.

En este post quiero contarte, desde el corazón como siempre, mi proceso de creación de esta web, mis frustraciones en el camino, mis ganas de abandonar en el proceso y cómo he conseguido sobrepasarlo para llegar al resultado de “Publicar”.

Recuerdo que tenía muy claro el para qué de mi web: “aportar herramientas y recursos gratuitos desde la practicidad”, pero darle forma a esta idea no fue tan sencillo.

Cuando empecé a crear, mi truco fue hacerlo en uno de esos momentos de inspiración que te vienen cuando menos te lo esperas, por lo que dejé el libro que estaba leyendo y con una servilleta en mano, empecé a apuntar todo lo que me venía como idea en la cabeza, sin orden, sin censuras, simplemente anotaba. Y cuando la voz pequeña, esa odiosa que tenemos en la oreja a veces para desalentarnos, me susurraba “eso no está bien” “todo eso es imposible” “quién te va a leer”, hice el ejercicio aprendido en mis prácticas de coach, de esbozar una sonrisa, agradecerle los “buenos” aportes pero pedirle que se callara, aunque parece de locos, le dije en voz alta “gracias ya te oí pero déjame seguir” … es clave que en este momento no te detengas, no es hora de analizar, sólo vuelca todo ese chorro de ideas que vienen desde muy adentro, cuando estás en energía pura.

Una vez terminado ese momento, solté la servilleta y la guardé en un cuaderno para volver a cogerlo más adelante.

Mi segunda fase empezó una mañana, de esas que te levantas muy descansado, con una taza de café en mano, un rayito de sol mañanero dándome en la cara y dispuesta a poner orden a mis ideas. Las estructuré, las corregí, descarté otras, agregué algunas más y volví a dejarlo reposar.

Luego de semanas, decidí que ya era hora de ponerme a ello y creé mi plan: en función de todos los apartados de la web, construí un Excel (no podía ser otra herramienta (¡También soy consultora!) con listados de publicaciones e ideas a desarrollar, fechas propuestas y decidí hacerlo sólo para los tres meses siguientes, un objetivo retador pero alcanzable para mí.

Y aquí es dónde se pone divertido, porque como te dije antes, el proceso de crear no todo es bonito y color de rosa.

Mi primer obstáculo apareció al tener que definir el nombre de la web … ¡Qué locura! Tengo guardadas 3 páginas de nombres diferentes. Intenté volver a hacer el ejercicio de callar a mi vocecita interna, pero esta vez no lo conseguí … mi entusiasmo y energía caían en picada hora tras hora, hasta que me escuché diciéndole a mi marido, “esto no es para mí”.

Casi con lágrimas en los ojos, bueno casi no, con lágrimas contenidas en los ojos y ese nudo en la garganta de cuando no quieres soltar la emoción que te invade, dejé todo y me fui a la ducha … necesitaba un momento a solas, soltar la negatividad que me había invadido por completo y conectar con la alegría.

Eran las 6.30 de la tarde, me puse música de esas que te dan subidón (en este caso fue Queen “Don´t stop me now”) y me encerré bajo el agua.

Me da risa decirlo, pero ese fue el momento más pleno de iluminación que recuerdo. Pasé de la negatividad en estado puro a conectar con mi ilusión por la web nuevamente, y cantando bajo la lluvia (de la ducha claro) lo vi tan nítido que no necesité más. El nombre vino a mi cabeza sin esfuerzos, sin dudas, sin voces que dijeran nada, sólo sentía la satisfacción y plenitud de que ¡había nacido la web! “Camino con el corazón … y los pies en la tierra”.

Por primera vez estaba tan convencida que no me importaba lo que podían decir los demás, si era cursi, muy happy flower, o sensibilero … era EL nombre, me representaba 100 x 100.

Salí con ilusión a contárselo a mi marido, y cuando revisé mis hojas de nombres para la web (ya saben cómo somos algunas, aunque te haya gustado un primer vestido te probarás 20 más por las dudas), estaba ahí! ¡Y era el primero de la lista!

Me di cuenta que tenía que confiar en mí y en mi intuición, que lo que nace desde el corazón es la verdad más absoluta … no importa lo que vayan a pensar los demás, este nombre era el que me representaba y dibujaba el concepto de la web: caminamos escuchando a nuestro corazón pero sin olvidarnos de apoyar nuestros pies en la tierra.

Ese día trabajé en la web hasta las 10.30 de la noche … y lo más importante, cada vez que tengo un bloqueo en mi proceso de creación, me pongo un rato a Queen y la inspiración vuelve a mí. ¡Qué anclaje más bonito había realizado! Y te prometo que lo utilizo.

Y como siempre, ahora a lo nuestro … ¿Tú cómo creas? ¿Qué fase es la más complicada para ti? ¿Qué trucos necesitas para no interrumpir el proceso de creación o no fracasar en el intento?

Te dejaré algunas ideas por cada fase del proceso creativo de G. Wallas, pero me encantará saber cuáles son las tuyas y que las compartamos.

Además en el apartado de Coaching ON encontrarás herramientas de creatividad que pueden completar estos pequeños trucos.

Un abrazo lleno de inspiración para tu próxima creación.

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Tips para tu próxima innovación y asegurarte de que llegas al final del proceso

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