¿Qué estándares usamos para proponernos objetivos? ¿Dónde estás mirando para buscar referentes?
Hace unos días estaba en ese plan en el que entramos cuando no nos vemos bien físicamente … eso que te pasa por la cabeza cuando te miras en el espejo y notas que has ganado peso, que estás en peor forma física y te marcas un objetivo para llegar mejor al verano.
¿Te ha pasado? A mí más de una vez, y tengo el mal hábito de buscar en las redes fotos de chicas como las que me gustaría estar … ¡Y claro! Ya imaginas lo que pasa ¿verdad?
Pues con esa foto en mano, me voy al despacho de mi marido y le pregunto: ¿𝐴 𝑐𝑢á𝑛𝑡𝑜𝑠 𝑘𝑖𝑙𝑜𝑠 𝑐𝑟𝑒𝑒𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑜𝑦 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑟 𝑎𝑠í? ...
Él mira la foto, me mira y me responde: ““𝑁𝑒𝑐𝑒𝑠𝑖𝑡𝑎𝑠 𝑢𝑛𝑎 𝑟𝑒𝑒𝑛𝑐𝑎𝑟𝑛𝑎𝑐𝑖ó𝑛 … 𝑖𝑚𝑝𝑜𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒.”
Imaginarás mi cara en ese momento ¿no?, acompañada de mi exclamación “¡Una reencarnación! Te voy a matar“… pero él, con toda la sabiduría que suele regalarme, siguió con su lección, y abrazándome me dijo: “¿𝑃𝑜𝑟 𝑞𝑢é 𝑡𝑒 ℎ𝑎𝑐𝑒𝑠 𝑒𝑠𝑜? 𝑇𝑢 𝑜𝑏𝑗𝑒𝑡𝑖𝑣𝑜 𝑑𝑒𝑏𝑒𝑟í𝑎 𝑠𝑒𝑟 𝑡𝑢 𝑚𝑒𝑗𝑜𝑟 𝑣𝑒𝑟𝑠𝑖ó𝑛, 𝑙𝑎 𝑑𝑒 𝑡𝑖 𝑚𝑖𝑠𝑚𝑎, 𝑛𝑜 𝑙𝑎 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑚𝑢𝑗𝑒𝑟 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑓𝑜𝑡𝑜”
¡𝗤𝘂é 𝗽𝗲𝗱𝗮𝘇𝗼 𝗱𝗲 𝘁𝗼𝗿𝘁𝗮 𝗱𝗲 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗺𝗲 𝗮𝗰𝗮𝗯𝗮𝗯𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗹𝗲𝘃𝗮𝗿! Y qué dos aprendizajes más bonitos:
🎯 𝗢𝗯𝗷𝗲𝘁𝗶𝘃𝗼𝘀 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗶𝘀𝘁𝗮𝘀, retadores sí, pero realistas. Cuando no lo hacemos así, nos terminamos desmotivando porque los vemos imposibles de alcanzar por mucho que nos esforcemos.
😳 Mi estándar de belleza no estaba fuera, no era el de otra persona, sino 𝗺𝗶 𝗺𝗲𝗷𝗼𝗿 𝘃𝗲𝗿𝘀𝗶ó𝗻. Sin comparaciones, sin querer ser alguien diferente, sólo mi mejor versión.
Reajusté mi objetivo, busqué una foto de cuando me veía “bien” y tracé el plan para conseguirlo. Llevo semanas comprometida y consiguiendo resultados que no conseguía hacía meses.
Y tú ¿Qué otro aprendizaje sacas de esta historia? ¿me lo regalas?
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