¡Qué poco hablamos de las cosas buenas que nos pasan! ¿Te has dado cuenta de esto? Hoy, para romper con esa costumbre quiero compartir contigo como vivo y conecto con la alegría. Como siempre desde una historia personal que ha despertado esta emoción y me ha hecho reflexionar y escribir sobre ella.
Dedicado a mi hermana Ale y a todos los que tienen lejos a su familia.
“La alegría es esa emoción que nos llena de energía, nos aporta tranquilidad, bienestar y amor .”
Despertar con una alegría
No sé cuántos podrán entender esta alegría, quizás te parezca exagerada, desmedida, rídicula.
¡Claro! … Si los tenés al lado todos los días hasta podrías tacharme de loca.
Hoy no me importa si “otros”, ni siquiera si "al menos uno" entiende mi ALEGRÍA … sólo quiero compartirla.
Compartirla con aquellos que, como yo, elegimos estar lejos de los nuestros porque estoy segura de que podrán sentir en el cuerpo lo que es tener una noticia como ésta entre las manos …
Un mensaje que voló para cruzar el charco a alguna hora prudente pero te llega al día siguiente porque a esa hora dormías ...
Un notición cuando recién abrís un ojo y tu cuerpo entero se niega aún a levantarse …
Una alegría que sólo puedes vivir así a las 6.30 am cuando aprendiste a atesorar cada segundo, minuto y día que pasamos juntas o podemos conectarnos ...
Cómo explicarle a alguien que te tiene todos los días cerca, el vuelco que te da el corazón, el alma y el cuerpo entero cuando te dicen: “tenemos los pasajes” …
Una alegría que te inunda, que te desborda … no sabés si gritar, festejar, querés contarle al mundo que vendrán, que vas a compartir tu día a día con ellos, en tu sitio, en tu casa, en tu ciudad … esa ciudad que elegiste y que adorás, esa vida que te encanta salvo por el pequeño detalle de tenerles lejos … y se te inundan los ojos con lágrimas …
Me pregunto ¿por qué lágrimas?. Quizás, son las lágrimas de la felicidad futura, o de esas lágrimas que te recuerdan que estar lejos tanto tiempo te duele más de lo que querés permitirte … pero no son lágrimas de tristeza, no hay nada que pueda opacar esta mañana, sólo porque sé que van a llegar.
No pasa nada porque falten aún 7 meses, es la esperanza de saber que no pasaremos mucho más sin vernos cara a cara, que tendremos la esperanza puesta en ese abrazo, en las risas que compartiremos, en cada instante “chorro” que le dará un significado majestuoso al día … ¡Qué digo! …¡no al día! … Al mes, al año, o al tiempo que me tenga que aguantar luego para verte otra vez cara cara.
Quién puede entender este vínculo, esta unión que va más allá de los años, de lo compartido y de la distancia física que hoy nos separa. Cuando te dejan de importar los desacuerdos, los desencuentros y las peleas pasadas … cuando deja de haber lugar para el rencor o los celos tontos y sólo se hace sitio muy dentro para esperarnos con el mismo ansía que cuando nos separamos la última vez.
No muchos pueden entenderlo … es sólo una frase, una palabra … la palabra “Vamos” …. Cuánto puede significar esto, ¡¡¡si son sólo 5 letras!!!… no quiero hacer el intento de ponerlo en palabras porque no estaría ni cerca de representar mi ritmo cardíaco al leerlo, los sentimientos y la bomba de emociones que esta palabra detonó en mi ser al completo.
No ¿verdad?, No hay muchos que puedan entenderlo.
Pero vos y yo, que lo vivimos, que tratamos de buscar como sobrellevar los regresos de la tierra patria en cada viaje, para que la nostalgia dure lo menos posible … ayyyyy, vos y yo , sí lo entendemos.
¿Y quién más podría entenderlo si no? Sí … habrá algunos otros en el mundo … aquellos que tengan de la fortuna de tenerlas, que los hayan disfrutado cerca y ahora los tengan a miles de kilómetros, aquellos que como nosotras esperen ese viaje del año para abrazarse de nuevo …
No hay sorpresa más hermosa que el whatsapp de tu hermana diciendo “Gorda: ¡Vamos a Madrid, ya tenemos los pasajes!”
Y luego de esta historia personal, no quiero dejarte sin lo más importante: ¿cómo vives tú la alegría?¿Cómo festejas lo que te hace bien? ¿Cuánto de eso hay en tu vida hoy? y sobre todo ¿cuánto del día pasas hablando de tus alegrías?
La alegría es un don, es la emoción que nos impulsa y nos da ese “chute” para ir a por el mundo si hace falta.
Pero cuidado, la alegría no está afuera, no depende de lo que pase en el exterior, la alegría la tenemos dentro. Por eso lo más importante para mí es aprender a conectar con esa alegría cuando las cosas no van bien, cuando todo lo que ves alrededor es negro y no te gusta, cuando te has pasado el día quejándote de lo que estás viviendo.
Tengo pequeños trucos que me sirven para conectar con esa alegría aún en momentos de dificultad:
1- Ponerme la música que me da subidón.
2- Mirar fotos de un viaje que sólo traiga recuerdos bonitos.
3- Mirar el último vídeo de alguna sobrina/o que me saca siempre una sonrisa.
4- Irme al gimnasio a una clase que me guste donde no me dan tiempo de pensar en nada más que en la coreo o indicación que tengo que seguir .
Y ya cuando eso me pone en esa emoción, empezar a agradecer: que vivo, que siento, que tengo a mi familia, que tengo un trabajo, que me gusta lo que hago (aunque haya días que no tanto) … y la lista puede ser infinita si la practicamos por unos 5 minutos.
Recién en ese momento, cuando ya se me acaban las palabras de agradecimiento con la emoción en positivo, vuelvo a mirar lo que no me gusta, pero desde la alegría, desde esa emoción que me hace creer que puedo con todo.
Esto no va de forzar que surja la alegría cuando no nos sentimos bien, va de tomar consciencia de cómo podemos cambiar nuestro estado de ánimo para analizar desde otro lugar lo que nos está pasando.
Y tú ¿Cómo conectas con tu alegría? ¿Para qué te sirve conectar con la alegría?
Un fuerte abrazo lleno de alegría y energía.
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